martes, 10 de enero de 2012

Nacer en Tucumán... (acerca de las declaraciones del gobernador Alperovich sobre los "malnacidos")

rEPRODUCCION DEL POST PUBLICADO EL MARTES 15 DE NOVIEMBRE DEL 2001...





pOR gACHI ...
Desde el asesinato de la empresaria Elda Ana Hovannes (ver aquí) que ha llegado a confluir en movilizaciones con un diverso arco de organizaciones políticas y sociales, venimos denunciando desde un primer momento que la misma  hacía eje  en  la criminalización de la pobreza (ver aquí) . Ahora vemos en todos los medios de comunicación que el pedido de mas poder para la policía ha cobrado impulso con el reciente asesinato del joven Mauro Iván Senneke (ver aquí), poniendo nuevamente en el eje de la agenda política el problema de la “inseguridad”, sus causas, la política del gobierno y las posuras que adoptan las diferentes organizaciones políticas y sociales.   

Queremos debatir sobre este tema ya que consideramos que debemos ser de lo más claros posibles y no dar lugar a “ambigüedades” porque detrás de la cuestión de la “inseguridad” se ocultan estrategias de clase que son antagónicas por sus intereses. La divisoria de aguas en este tema pone de un lado a los que piden mano dura, fortalecer las instituciones represivas del Estado (leyes, policía, etc), y del otro lado a quienes sostenemos  que esto solo puede servir para fortalecer una institución represiva que está al servicio de resguardar los intereses de la clase dominante, y que ni siquiera sirve para los fines que se plantea.
El término “inseguridad” implica un punto de partida arbitrario, que es el de la victima del robo o el asalto. Y la “solución” viene implícita en la forma de plantear el problema: si el problema es la in-seguridad, entonces la salida no puede ser otra que aumentar el poder represivo de la policía para proteger a las potenciales victimas.
Desde este punto de partida, poco importa cuáles son las causas histórico sociales que explican este tipo de “delitos”. Más bien por el contrario, los sectores  de derecha que piden mano dura con los pobres, por lo general se apoyan en  ideología reaccionaria y racista que encuentra las causas del “delito” no en las condiciones de vida de una enorme mayoría de la población que vive en la miseria, sino en una reaccionaria ideología que separa al mundo en “gente de bien” y “gente de mal”, que busca la causa en las drogas (como si el problema fuera  si el chico que salió a robar estaba o no drogado), o directamente en cuestiones raciales  (son los “negros”).
Muchas veces incluso son los mismos vecinos de los barrios pobres, trabajadores y desocupados, los más expuestos a robos y asaltos, quienes más se hacen eco de esta agenda de la burguesía de fortalecer las instituciones represivas del Estado.  
Sin embargo  los ladrones de guante blanco, los banqueros, los patrones, los gerentes, los estancieros, los políticos de la clase capitalista, y una buena parte de la clase media acomodada, son los principales impulsores de la mano dura contra los pobres porque lo que quieren es seguir viviendo en su burbuja de lujos y comodidades.
Y dentro de estas lacras parasitaria podemos encontrar al propio gobernador Alperovich que recientemente se ha despachado con unas declaraciones fachistoides hablando sobre el crimen de Iván como un problema de “malnacidos” y como si no le bastara con la aplicar la “justicia" burguesa se adelantó en invocar a la justicia “divina” (ver aquí). Estas declaraciones del gobernador las dispara como si no fuera él mismo el arquitecto de este “modelo K provincial” que tiene uno de los niveles más altos de pobreza, desempleo, trabajo en negro, y precarización laboral. 
Para Alperovich, que supo hacer de la política un enorme negocio, la “gente de bien”, la gente que se porta como “dios manda”, son los patrones del campo que explotan trabajo infantil, que pagan miseria en los empaques y la industria, los patrones de la construcción o el comercio que negrean, los patrones responsables de las muertes de lxs trabajadores golondrinas, responsables de miles y miles de accidentes laborales y varios de ellos fatales, los banqueros, los funcionarios de la dictadura recauchutados dentro de todas las instituciones de la provincia como los Sassi Colombres, los Goane, y los Canevaro que llenaron junto a otros bussistas sus listas electorales...esos sí que son gente que sabe cómo comportarse.  
Se han lanzado de lleno ahora a plantear el aumento de la cantidad de policías y con los “materiales necesario para cumplir su deber”, pero se evade decir que el verdadero problema es este sistema q condena a la misera a la enorme mayoría de la población, es el capitalismo y esta democracia “para ricos”.

No es casual que la inmensa mayoría de los “delitos” sean delitos a la propiedad (es decir robos y asaltos) y que las cárceles son cárceles para pobres. Esto es un fenómeno moderno, propio del capitalismo. El sistema penal burgués, con su sistema de leyes basado en la “igualdad civil” y la "proteccion de la propiedad privada" como principio, es la herramienta más eficaz para mandar a la cárcel a los pobres que roban para subsistir y dejar en libertad y en funciones a los que legalmente generan la miseria de las mayorías. Y los que generan esa vida miserable, los que condenan a la pobreza a trabajadores y a los desocupados, los que empujan a cientos de miles de familias en Tucumán a subsistir con un plan, viviendo de changas, sin saber si mañana van a tener para comer, son los que propietarios de las tierras, los propietarios de las fabricas y los comercios, y el Estado que está para protegerlos con su policía.
Decir que la causa de la "inseguridad" es la falta de policias es lo mismo que decir que causa de la "inseguridad" es la falta de seguridad (un argumento circular, que no tiene otro fin que justificar la solución represiva). Pero por esa misma razón el aumento del poder de la policía no va a solucionar nada. Tucumán ya tiene uno de los niveles mas altos de policía por habitante y eso no sirve para otra cosa que darle mas poder a esa fuerza armada mafiosa que está profundamente comprometida en el negocio del narcotráfico, el juego, las redes de trata y prostitución. Esa policía que militariza los barrios pobres y mata impunemente con su gatillo fácil a los pibes a los que muchas veces, incluso, se los obliga a robar, como el reciente asesinato a manos de la policía en Las Talitas de un pibe brutalmente golpeado, caso del que no se hacen eco los medios.
Para los trabajadores y el pueblo pobre nada progresivo puede venir de aumentar el poder represivo del Estado, de darle más poder a la policía. Esta misma policía es la que mañana saldrá a reprimir las luchas de los trabajadores y el pueblo, como lo vimos ya en las tomas de tierras de Villa 9 de julio, o con la militarización de los hospitales durante la lucha de los autoconvocados de la salud.

Ante la oleada mediática de los pedidos de “más mano dura” y de fortalecimiento a la policía asesina que no traerá otra consecuencia que la militarización de la pobreza planteamos claramente el desmantelamiento de las instituciones represivas del estado y la expropiación a los grandes terratenientes y capitalistas para garantizar salud, educación, vivienda, y trabajo para todos.

continuaremos el debate...   

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