martes, 20 de marzo de 2012

HOY SALE “REVOLUCIÓN”. Revista de la Juventud del PTS nº 2





¿Por qué no militas? No hacen falta revolucionarios para que haya revoluciones, pero si para que triunfen

Proyecto X: A 36 años del golpe. El estado espía a la izquierda y los trabajadores

Masacre de Once: Gobierno y TBA: la tienen que pagar

Homenaje a la compañera Lili – Editorial -Malvinas: CFK, Inglaterra y los revolucionarios – Córdoba: tragedia obrera. Subió a la construcción como si fuese sólida– Elecciones en STIA: Llegó La Bordo a la Alimentación. Fuera Daer de Nuestro Sindicato – Seminario con Christian Castillo: “El marxismo de León Trotsky” – España: pasar de la indignación a la lucha consciente por la revolución – Juventud en Movimiento– Universidad: Asumimos en el Consejo Directivo del CEFyL l Un debate con el PO en el movimiento estudiantil – Secundarios Capital: Entrevista a Gabo y Selma del Normal 10 – Mujer: el aborto no punible ya no admite discusión – Megaminería – Ayer y hoy: el negocio del Arte



lunes, 19 de marzo de 2012

ESTE 24 DE MARZO, MARCHA CON LA JUVENTUD DEL PTS

ESTE SABADO 24/3 -  18HS - PLAZA URQUIZA
VENÍ A MARCHAR CON LA JUVENTUD DEL PTS EN EL FRENTE DE IZQUIERDA

Marita Verón. La impunidad de las redes de trata (Nuestra Lucha Nº9)

“Cada año, en el mundo, cuatro millones de mujeres y dos millones de niñas son vendidas para su prostitución, como esclavas o en supuestos "matrimonios", atravesando fronteras y llenando los bolsillos de los proxenetas con suculentas ganancias que rondan los 32 mil millones de dólares anuales. -¡El tercer puesto en el ránking de negocios, como la venta de armas y el tráfico de drogas! .suplemento pan y rosas N° 1 - www.panyrosas.org.ar
El juicio oral por la causa Marita Verón está sacando a la luz la trama de complicidades de las redes de trata y prostitución, con el poder político, la policía, empresarios, y jueces. Marita fue secuestrada en un remise el 3 de abril cuando iba camino a la maternidad, para ser vendida a una red de trata que opera en La Rioja.
Con una naturalidad que no deja de sorprender, una comisario de la policía afirmaba en los medios que “existen varias organizaciones …hay algunos proxenetas que tienen varios prostíbulos en varias provincias. Hay una famosa whisqueria que tiene el mismo nombre en distintas provincias y son del mismo dueño (La Gaceta, 13/02/12)
Está más que claro que estas redes de trata se mueven a la luz del día y son bien conocidas por la policía. Y aunque en este juicio haya un solo policía implicado, las complicidades llegan hasta las cúpulas de esta institución.
Otro tanto hay para decir de los medios de comunicación que ahora cubren el juicio con las “novedades”, cuando durante años permanecieron en absoluto silencio ante las denuncias de los cientos de casos de secuestros para las redes de trata que se dan en Tucumán y en la Argentina.
Sobre proxentas, polícías, y políticos.
Si bien todo los testimonios apuntan a Rubén “la chancha” Ale, ex presidente y jefe de la barra brava del Club San Martín, y dueño la remisería “5 Estrellas”, este mafioso,  que está en el centro de las acusaciones de manejar la red de trata y narcotráfico, ni siquiera está imputado en la causa.
Desde el secuestro de Marita, la gobernación de Tucumán y La Rioja pusieron a disposición una y mil veces a la policía para plantar falsas pruebas y desviar las investigaciones hacia el entorno familiar de la víctima, con allanamientos ilegales y amenazas de muerte a uno de sus hermanos.
En esta trama siniestra también están metidos los jueces. Andrea Darrosa, que conoció a Marita en un prostíbulo de La Rioja y por miedo a represalias se negó a declarar ante el Juez Walter Moreno, quien iba a los locales del Chenga y Medina en La Rioja donde a las chicas las hacían poner en fila para que él “eligiera”.
Dos ex gobernadores, un ex subsecretario de seguridad, un ex juez y la cúpula policial de distintas provincias fueron según la madre de Marita los que allanaron el camino para que las mafias hagan desaparecer a su hija, pero ninguno de ellos está sentado hoy en el banquillo de los acusados.
Claramente el poder judicial y la policía ponen palos en la ruedas en las pistas y entorpecen las investigaciones, los políticos le garantizan impunidad y el “negocio” les sale redondo.
La impunidad continúa bajo el gobierno de Alperovich y de Cristina.
A pesar de que Alperovich intenta mostrarse interesado en el caso Veron y sale diciendo que los responsables deben ir a la cárcel, estas mafias continúan operando con total impunidad. Según un informe de la ONU sobre las redes de trata, Tucumán es un área típica de reclutamiento de mujeres víctimas de trata interna para explotación sexual.
El actual gobernador durante años concedió millonarios subsidios al club San Martín que presidía la chancha Ale, con quien se saludaba afectuosamente en los actos oficiales. Pero Alperovich no deja de contar con los servicios de las barras bravas de San Martin y Atletico, como se vio en el piquete prominero de Tinogasta, donde estaban los muchachos del club San Martin que siguen respondiendo a su antiguo jefe.
El doble disKurso acerca de la trata
Este importante juicio que se está desarrollando tiene el gran límite de que a lo sumo se encarcelará a algunos de los imputados en el secuestro de Marita, pero las redes de trata seguirán funcionando con total impunidad.
En esto tanto el gobierno nacional y provincial son enteramente responsables. ¿Por qué no se ordena inmediatamente el cierre de todos los burdeles , la cárcel a todos los regenteadores, y la investigación sobre todo el aparato represivo del estado, con todas las complicidades de políticos, jueces y barras bravas?
La complicidad de los proxenetas con el poder político ya había salido a la luz con el caso Martins, ex agente de la SIDE durante la dictadura, regenteador de prostíbulos VIP en México y mecenas de la campaña de Macri.  
Ahora los kirchneristas se rasgan las vestiduras por el caso de Marita Verón, pero con la Ley de Trata promulagada por Cristina, a pedido del imperialismo yanky, ahora a los proxenetas traficantes de mujeres se los tipifica como “empresarios”, pero además se termina de coronar la impunidad estableciendo que debe ser la víctima la que soporte la carga de la prueba. Es decir que primero tiene que lograr escapar de las redes de trata para denunciar a los secuestradores e iniciar un juicio por “privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución” en el que a lo sumo se encarcelará a tal o cual perejil mientras las redes siguen funcionando. Es por eso que bajo los gobiernos de Nestor Kirchner y de Cristina, la trata y la explotación aumentaron exponencialmente en Argentina y vemos todos los días que hay nuevos casos de jóvenes secuestradas y desaparecidas por estas redes.
El gobierno no está dispuesto a ir a fondo contra la redes de trata y prostitución porque eso implica atacar los intereses corporativos de las fuerzas policiales y enfrentarse con gobernadores y jueces. En el fondo protegen la alianza política con los gobernadores y punteros que controlan los barrios y a las fuerzas armadas que necesitan para "mantener el orden", reprimiendo a los trabajadores y el pueblo. Es por eso que la lucha por el desmantelamiento de las redes de trata es una lucha que debe ser planteada mediante la organización independiente del gobierno.
Que lejos que estamos las mujeres de haber conquistado siquiera la "igualdad", si en las fábricas todos los días debemos soportar el acoso sexual y el maltrato de los patrones y supervisores, y afuera en la calle cualquier día podes ser secuestrada y esclavizada para el comercio sexual. 
Es por eso que quienes impulsamos este periódico llamamos a todos los compañeros/as que luchamos día a día contra la explotación patronal a tomar en nuestras manos la lucha contra la violencia y toda forma de opresión hacia la mujer. 


Por Graciela Zurita
Pan Y Rosas Tucumán



Liliana Parotti: Mujer que le crecieron las ideas

En el día de ayer, falleció nuestra compañera Liliana Parotti. Sus ojos se cerraron después de padecer durante cinco meses un cáncer terminal. Hoy por la mañana, en Carlos Calvo casi esquina Combate de los Pozos, en la Ciudad de Buenos Aires, sus compañeros y compañeras del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), en el que ella militaba desde hacía diez años, le hicimos un homenaje de lucha.
¡Qué mejor manera de despedir a Liliana que con la presencia de Celia Martínez, obrera de la textil Brukman, una de las protagonistas fundamentales del movimiento de fábricas recuperadas que allá por el 2001 nos dieron una cachetada a miles de jóvenes que nos despertamos viendo que las fábricas se pueden poner a producir sin patrones! Que nos dijeron, nada más, ni nada menos, que “si podemos manejar una fábrica podemos manejar un país”. Mientras en las universidades, sí en la facultad “progre” de Sociales de la UBA, retumbaban en nuestros oídos las palabras de reconocidos docentes (muchos de ellos setentistas) diciendo que la clase obrera no existía, que asistíamos a tiempos del “fin de la historia y del proletariado”, mientras sectores de la izquierda hablaban de “nuevos sujetos”, las trabajadoras de Brukman decían presente retomando las mejores tradiciones del movimiento obrero. Y allí, hoy, estaba Celia, conmovida, despidiendo a Liliana. Leonor, Jury, Delicia, con una carta de la asamblea de trabajadores y trabajadoras de Brukman que con cariño y respeto, nos devolvía a los presentes una parte importante de lo que Lili había construido: un reconocimiento enorme en un sector de la clase obrera que fue vanguardia en enfrentar la crisis del 2001, las obreras, mujeres, textiles de Brukman. No faltó el cálido saludo de Raúl Godoy, dirigente del PTS y de la ex cerámica Zanon, enviado desde las tierras neuquinas, y de Ivana Dal Bianco, del CEPRODH, compañera de nuestro fallecido y querido Polo. Se hicieron presentes también compañeros de la dirección nacional del PO y de Izquierda Socialista, y por la dirección del PTS hablaron Guillo Pistonesi y Christian Castillo.
Quienes trabaron una amistad con ella nos cuentan que la madre de Lili había sido una obrera textil muy explotada y que a pesar de las dificultades Lili logró estudiar y recibirse de contadora. Y claro, para quienes, como yo, no la conocimos tanto, ahora se entiende más su talante firme, pero afectuoso, tenaz y persistente, sensible, como quien vivió el sufrimiento de cerca y sabe, siente, ponerse en el lugar de los demás.
Lili encontró su lugar en el mundo, dijo Norberto, su compañero de vida y el padre de sus dos hijos, en alusión a su militancia en el PTS, a su militancia revolucionaria. Sí, a los 48 años Lili encontró su lugar en el mundo. Y entregó lo mejor de sí a la causa de la revolución socialista.
Murió a los 58 años. Y aunque a esta altura del siglo XXI era joven para morir, su vitalidad no era etaria. A su vitalidad la abonaban las fuertes convicciones. Quizá el motor inicial, o uno de ellos, haya sido que no haya más mujeres explotadas como su mamá, pero la experiencia de las jornadas revolucionarias del 2001 en Argentina la llevaron a la lucha consciente por la revolución socialista. Liliana fue una mujer a la que le “crecieron las ideas”. Una revolucionaria.
Para nosotros, sus compañeros/as, Lili en un gran ejemplo de abnegación y compromiso. Pese a su terrible enfermedad “no abandonó su puesto de lucha ni por un solo instante”.Es cierto que las ideas por las que luchó están cada vez más vigentes. Pero a las ideas las defienden personas de carne y hueso. Por eso hoy estamos tristes por su pérdida, pero nos comprometemos, ante su recuerdo, a mantener más viva que nunca su lucha por construir ese gran partido revolucionario mundial que acabe de raíz con este sistema opresión y explotación.
Durante el acto oímos algunas de las palabras de León Trotsky en una carta dedicada al bolchevique georgiano Kote Tsintsadze luego de su muerte, que quiero compartir: "Tsintsadze fue la viva negación del arribismo político, es decir, de la tendencia a sacrificar los principios, ideas y objetivos de la causa a los fines personales. Eso de ninguna manera se contrapone con la sana ambición revolucionaria. No, la ambición política cumple un gran papel en la lucha. Pero revolucionario es aquel que subordina totalmente su ambición personal al gran ideal, aquel que se somete y se hace parte de él. Durante toda su vida y en el momento de su muerte Tsintsad­ze repudió sin misericordia el coqueteo con las ideas y la actitud diletante hacia éstas por ventajas personales. Su ambición fue la inconmovible lealtad revolucionaria. Que sirva de lección para la juventud proletaria”En esa misma carta, Trotsky dice: “Es necesario enseñar a la juventud no sólo con fórmulas teóricas sino también con ejemplos de tenacidad revolucionaria”. Lili fue, es, y será, uno de esos ejemplos de tenacidad revolucionaria de los que hay tanto que aprender.

María Chaves, Pan y Rosas
16 de marzo de 2012

jueves, 8 de marzo de 2012

Seminario sobre la táctica y la estrategia en la época imperialista

Reproducimos entrevista a Emilio Albamonte sobre el seminario realizado en Hotel Baun, del cual participamos  una delegacion de crxs del PTS Tucumán. 




Los días 18, 19, 20, y 21 de febrero se realizó en el salón principal del Hotel Bauen el seminario “La concepción de estrategia en el marxismo de León Trotsky” coordinado por Emilio Albamonte, del que participaron más de 200 de los principales dirigentes y cuadros del PTS de todo el país y delegaciones de la Fracción Trotskysta – Cuarta Internacional (FT-CI) del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR-CcC) de Chile y de la Liga Estratégia Revolucionária (LER-QI) de Brasil. Como bibliografía de base para la discusión se tomó el libro de Trotsky Stalin, el gran organizador de derrotas. La III Internacional después de Lenin de 1928, así como “Lecciones de Octubre” y “El ‘tercer período’ de los errores de la Internacional Comunista”. Para este número de La Verdad Obrera entrevistamos a Emilio Albamonte, dirigente del PTS y de la FT-CI sobre algunos de los principales debates que atravesaron las cuatro jornadas del seminario.





El seminario comenzó con la pregunta sobre qué es el marxismo ¿nos podrías contar brevemente en que consistió este punto?
Partimos de una definición analítica de qué es el marxismo a partir de cuatro componentes. Por un lado, el marxismo como “concepción del mundo” cuyo fundamento más general es la dialéctica materialista. Es decir, la dialéctica rescatada por Marx su cautiverio idealista y vuelta hacia mundo de la materia, para la cual ni Dios, ni el Espíritu Absoluto, ni ningún demiurgo de Histórica pueden ni tienen nada que hacer. Dentro de esta concepción marxista del mundo, el materialismo histórico es la aplicación de la dialéctica materialista a la sociedad humana y su desarrollo.
Por otro lado, el marxismo es una crítica científica a la economía política y a través de ella a los fundamentos del capitalismo, cuya sistematización fundacional fue realizada por Marx en El Capital. Pero también es una crítica a la teoría política, al contrario de quienes opinan que el marxismo solo cuenta apropiación-reproducción de filósofos anteriores como Rousseau. Contiene una crítica de la política, del derecho y del Estado burgués, que no solo atraviesa las principales obras de análisis político de Marx y Engels, sino el propio El Capital, y que posteriormente, al igual que en la crítica a la economía política fue enriquecida y desarrollada por los “marxistas clásicos” del siglo XX y muy en especial por León Trotsky con sus análisis del fascismo, la URSS, los bonapartismos sui generis en los países semicoloniales, que permiten entender gobiernos como el Cárdenas o el de Perón, etc. A su vez, el marxismo es una teoría de la revolución que partiendo de las conclusiones más avanzadas de su época de surgimiento a mediados del siglo XIX condensa la experiencia histórica de más de 160 años de lucha de la clase obrera moderna. Una síntesis teórica de las lecciones estratégicas fundamentales de la lucha del proletariado.
Y en este sentido, como decía Lenin “una guía para la acción”. Esto no significa que contenga un “manual de procedimientos” que nos señale cómo actuar en todo tiempo y lugar, sino que el conocimiento de la experiencia anterior lo que nos permite es justamente no tener que pensar todo de nuevo cada vez que nos enfrentamos a una determinada situación de la lucha de clases.
Acá llegamos a un cuarto aspecto del marxismo, que se relaciona más con el arte que con la ciencia, un arte que a diferencia de otro no actúa sobre una materia inerte sino sobre las relaciones humanas buscando la destrucción de ciertas relaciones y la construcción de otras nuevas. Nos referimos al arte de la estrategia; cómo decía Trotsky: “no puede aprenderse el arte de la táctica y la estrategia, el arte de la lucha revolucionaria, más que por la experiencia, por la crítica y la autocrítica” (“Una escuela de estrategia revolucionaria”). Estos cuatro componentes, el marxismo como concepción del mundo, como crítica a la economía política y a la teoría política, como teoría de la experiencia del proletariado, y como arte de la estrategia, tienen para nuestra definición de marxismo una unidad inescindible. Estamos en las antípodas de lo que discutían los neokantianos que las primeras diez “Tesis sobre Feuerbach” eran científicas pero que la Tesis XI (donde Marx plantea “la transformación del mundo”) era simplemente un imperativo moral. Para nosotros el marxismo es justamente esta unidad, es una teoría de la práctica y un arte de la estrategia fundado sobre bases científicas (entendiendo esta última, desde ya, no en su estrecha y vulgar acepción positivista).
También en el seminario planteabas la necesidad de desarrollar un marxismo con predominancia estratégica ¿a qué te referías?
La necesidad del desarrollo de un marxismo con predominancia estratégica (la cual por supuesto es inescindible del programa) parte justamente de la unidad entre los elementos que señalaba antes, que llevan a concebir al marxismo como una teoría orientada a hacer la revolución.
Hasta la III Internacional el concepto de estrategia era prácticamente ajeno al marxismo. Se discutía en términos de táctica, no había diferenciación entre uno y otro concepto. Sobre este punto quiero traer algunas citas que tomamos en el seminario. En el Stalin, el gran organizador de derrotas Trotsky señala como en la época de la II Internacional “la labor estratégica se reducía a nada, se disolvía en el ‘movimiento’ cotidiano con sus fórmulas cotidianas de táctica. Solo la III Internacional restableció los derechos de la estrategia revolucionaria del comunismo, a la cual subordinó completamente los métodos tácticos.” Esto no era casual, tenía que ver con la entrada en lo que Lenin llamó la “época de crisis, guerras, y revoluciones” y con la enorme experiencia adquirida a partir de revolución de octubre, y en general con los grandes enfrentamientos entre revolución y contrarrevolución que se sucedieron.
Trotsky señala esto para introducirse en una de las críticas fundamentales que le hará al proyecto de programa redactado por Bujarin para el VI Congreso de la Internacional Comunista. Trotsky parte de reconocerle a Bujarin que bajo el título “La ruta hacia la dictadura del proletariado” por lo menos incluyó en el programa una parte referida a la estrategia, pero a renglón seguido le plantea que “en lo que concierne a los problemas estratégicos, propiamente dichos, el proyecto se limita a dar modelos apropiados para las escuelas primarias”, como por ejemplo “Conquistar (?), influenciar en vastos círculos de trabadores en general…”. Es decir, frases generales para todo tiempo y lugar.
Y luego agrega que “se examina el problema fundamental del programa, es decir, la estrategia del golpe de estado revolucionario (las condiciones y los métodos para desencadenar la insurrección propiamente dicha, la conquista del poder) con aridez y parsimonia [...] se consideran los grandes combates del proletariado sólo como acontecimientos objetivos, como expresión de ‘la crisis general del capitalismo’, y no como experiencia estratégica del proletariado”.
Es decir, mientras que Trotsky consideraba que la estrategia (las condiciones y los métodos) para la conquista del poder es el problema fundamental del programa que solo puede ser analizado a la luz de las lecciones de las principales batallas de la clase obrera; para Bujarin estos combates solo contaban como una expresión de la crisis general del capitalismo.
Esto nos lleva a la relación entre estrategia y programa. Trotsky le da una importancia fundamental a la estrategia, a la que entiende como algo que no es reductible a los objetivos y los fines que se establecen en el programa. La diferencia refiere a la que existe entre “qué pretendemos conquistar” pregunta propia del programa y “cómo nos proponemos conquistarlo” pregunta propia de la estrategia.
Que sean dos elementos diferenciados no significa para Trotsky que sean escindibles, sino todo lo contrario. Una estrategia sin programa se reduce a una técnica cualquiera, pero un programa que no examina la estrategia es “un documento diplomático”. Trotsky justamente considera su profunda relación cuando sostiene que el examen de los problemas de estrategia es una de las partes fundamentales de cualquier programa que se precie de revolucionario.
Es por esto que en el seminario desarrollamos el estudio de los problemas fundamentales de táctica y estrategia.
¿Esto no está claro hoy? ¿En qué consiste la actualidad de este debate?
Tenía razón Perry Anderson cuando en su libro Consideraciones sobre el marxismo occidental planteaba que uno de los problemas fundamentales del marxismo en la pos segunda guerra mundial había sido el divorcio estructural entre teoría y práctica. Anderson desarrolla fundamentalmente la crítica a lo que denomina “marxismo occidental” donde señala no solo la reclusión de los teóricos en las universidades mientras que los PC dominaban la arena política, sino el desplazamiento de las propias temáticas desde la economía y la política hacia la filosofía, y la estética o las superestructuras culturales. De conjunto en este escenario los problemas de la estrategia quedaban fuera del campo de lo pensable.
Pero también es importante señalar la debilidad que desde este punto de vista tuvieron las propias corrientes que se reivindicaban del trotskismo. La media general consistió en relegar el desarrollo teórico del marxismo y no se produjeron obras importantes. Se tenga la opinión que se tenga sobre sus obras, hubo excepciones como Issac Deutscher, Román Rosdolsky, o el propio Ernst Mandel. Pero tampoco éstos se pararon sobre los hombros de Trotsky en tanto estratega para formular una nueva síntesis capaz de nuevos desarrollos de la estrategia marxista. Más bien lo que primó fueron corrientes que sostuvieron el programa revolucionario en general pero subestimando gravemente la estrategia quebrando la unidad entre programa y estrategia. El resultado fue la adaptación a otras estrategias, como por ejemplo la estrategia guerrillera que eran producto de revoluciones donde primaba el peso del semiproletariado y el campesinado, dirigidas por partidos-ejércitos; revoluciones triunfantes que expropiaban a la burguesía constituyendo nuevos estados obreros pero que desde su misma génesis nacían burocratizados.
El internacionalismo que dominó la estrategia revolucionaria de la III Internacional en sus primeros años dejaba su lugar al “tercer mundismo” en la periferia, a la adaptación a los Partidos Comunistas en el centro, y en el caso de los estados obreros, se extendió aquello que Trotsky planteaba en su crítica al programa de la Internacional Comunista en el ’28, que: “La nueva doctrina dice: puede organizarse el socialismo en un Estado nacional a condición de que no se produzca una intervención armada. De ahí puede y debe desprenderse una política colaboracionista hacia la burguesía del exterior, a pesar de todas las declaraciones solemnes del proyecto de programa”
La derrota del asenso de iniciado en 1968, y la ofensiva imperialista de las tres décadas que le siguieron, no hizo más que profundizar la ausencia generalizada de un pensamiento estratégico en el marxismo revolucionario.
El desarrollo de los problemas de estrategia que para Trotsky era uno de los principales logros de la III Internacional, hoy, hasta en corrientes que se reivindican trotskistas pareciera ser una especie de excentricidad.
Este tipo de posturas no pueden contrastar más a la hora de ir a la lectura de Trotsky. Por ejemplo, cuando cuenta: “Un numeroso grupo de personas, reunido en torno a la sociedad de ciencias militares, emprendió en 1924 una obra colectiva para elaborar las normas de la guerra civil, es decir, una guía marxista sobre los problemas de los choques directos entre clases y de la lucha armada por la dictadura. Sin embargo, este trabajo chocó pronto con la resistencia de la Internacional Comunista (esta resistencia formaba parte del sistema general de lucha contra el trotskismo), después se liquidó completamente esta actividad. Sería difícil concebir un acto realizado a la ligera más criminal que este.” (Stalin, el gran organizador de derrotas)
En el contexto de la crisis histórica que atraviesa actualmente el sistema capitalista y partiendo de la debilidad histórica del marxismo en el desarrollo de estos problemas desde la segunda posguerra hasta acá, no solo es indispensable sino cada vez más apremiante el desarrollo de un marxismo con predominancia estratégica.
El año pasado coordinaste un seminario para el estudio del estratega prusiano Karl von Clausewitz y su obra principal, De la Guerra. Ahora el tema fue el estudio de la concepción de estrategia en el marxismo de Trotsky. ¿Cuál es la relación entre ambos seminarios?
Este seminario es complementario del que hicimos el año pasado. Sobre estos debates estamos escribiendo un libro donde abordamos a algunos de los principales conceptos de los teóricos de la estrategia militar, y en especial Clausewitz, así como los debates más importantes de estrategia que hubo dentro del marxismo, donde sin duda la figura de León Trotsky como estratega del proletariado tiene un lugar fundamental.
Como señala Trotsky en una de las citas que leímos antes, fue muy importante para la III Internacional la apropiación que hizo de determinados conceptos de la teoría militar. A su vez, tanto de parte de Lenin como de Trotsky hay una profunda apropiación, en particular, de muchos elementos del pensamiento de Clausewitz, empezando por las propias definiciones de estrategia y táctica. Pero de más está decir que esta apropiación se da en el marco de profundas diferencias.
Por ejemplo, si bien Clausewitz tomó la revolución como fundamento del cambio de época en lo militar y de la potencia del ejército napoleónico, el Estado como unidad política y la “paz civil” en su interior fueron la base de todos sus desarrollos estratégicos. La conceptualización sobre irrupción del pueblo “con peso propio” lo distingue cualitativamente como estratega e intérprete de las guerras napoleónicas. Sin embargo, nunca sobrepasó los marcos de una reflexión de éste como una “masa de maniobra” capaz de desarrollar una “intención hostil” en consonancia con la política del gobierno. Nuestro punto de partida de radicalmente diferente. La política no es para nosotros “la inteligencia personificada del Estado” como señalaba Clausewitz, sino que está inescindiblemente ligada a la lucha de clases al interior de las fronteras estales y a su vez tiene un carácter internacional. Y fundamentalmente, como decía Trotsky “la historia de las revoluciones es para nosotros, por encima de todo, la historia de la irrupción violenta de las masas en el gobierno de sus propios destinos” (Historia de la Revolución Rusa). A diferencia del “pueblo”, que es el tercer componente de la “trinidad” desarrollada por Clausewitz junto con “el gobierno” y “los generales y sus ejércitos”, la clase trabajadora nunca puede ser pensada como “base de maniobra” por el marxismo revolucionario. La historia de la lucha revolucionaria de la clase obrera más bien se ha distinguido por su capacidad de desarrollar organismos de autoorganización de tipo soviético. Ésta, así como las relaciones entre estos organismos y el partido revolucionario, son las grandes diferencias entre la “trinidad” elaborada por Clausewitz y la de “clase, partido y dirección” que Trotsky desarrolla especialmente, por ejemplo, en el “Clase, partido y dirección: ¿por qué ha sido vencido el proletariado español?”.
Es ilustrativo como planteaba sobre este punto Trotsky que “En la acción, las masas deben sentir y comprender que el soviet es su organización, de ellas, que reagrupa sus fuerzas para la lucha, para la resistencia, para la autodefensa y para la ofensiva. No es en la acción de un día ni, en general, en una acción llevada a cabo de una sola vez, como pueden sentir y comprender esto, sino a través de experiencias que adquieren durante semanas, meses, incluso años, con o sin discontinuidad” (Stalin, el gran organizador de derrotas)
No quiero desarrollar en profundidad estos puntos acá porque entiendo que supera los objetivos de la entrevista pero de estos puntos se desprenden toda una serie de diferencias que hacen justamente a la cuestión de por qué el marxismo revolucionario no puede ser reducido bajo ningún punto de vista a un mero militarismo.
Sobre esto último, y marcando las diferencias entre el pensamiento militar convencional y el marxismo revolucionario, Trotsky decía: “el ejército es una organización de violencia, está obligado a combatir. Una represión militar muy dura amenaza a los recalcitrantes. Ningún ejército puede existir de otra manera. Pero en un ejército revolucionario la principal fuerza motriz es su conciencia política, su entusiasmo revolucionario, la comprensión de parte de la mayoría del ejército del problema militar que espera y de la voluntad de resolverlo. ¡Cuánto importa esto a las luchas decisivas de la clase obrera! No hay derecho a forzar a nadie a hacer una revolución. No existen instrumentos de represión. El éxito no se basa más que sobre la voluntad de la mayor parte de los trabajadores, en intervenir directa o indirectamente en la lucha para ayudarle a vencer” (“Escuela de estrategia revolucionaria”)
El Stalin, gran organizador de derrotas fue el texto principal que se discutió en el seminario, de señalaste varias citas a lo largo de la entrevista, pero ¿por qué basarse en un texto de 1928 para el seminario?
Aunque es cierto que varios de los elementos que están planteados en este libro luego Trotsky los desarrollará mucho más en obras posteriores, sin embargo, es muy interesante estudiar la obra de Trotsky de estos años. Es una época repleta fenómenos históricos de gran trascendencia no solo por la existencia de la URSS y los procesos en su interior, sino también por los múltiples procesos revolucionarios que se desarrollan. El libro de Trotsky toma como punto de partida la derrota de la revolución alemana de 1923 y los 5 años posteriores están llenos de lecciones estratégicas. Con la III Internacional burocratizada, Trotsky va a ser el único que encara en profundidad el balance de estos procesos enriqueciendo enormemente el acervo estratégico del marxismo.
Es muy interesante ver la compleja relación que establece Trotsky entre lo político y lo económico, entre lo objetivo y lo subjetivo, entre la crisis capitalista, los momentos de estabilización y el papel que cumplen en estos las derrotas de la clase obrera. Por ejemplo dice: “‘no hay situaciones absolutamente sin salida’. La burguesía puede escapar de una manera duradera a sus contradicciones más penosas únicamente siguiendo la ruta abierta por las derrotas del proletariado y los errores de la dirección revolucionario. Pero lo contrario también puede suceder. No habrá nuevos progresos del capitalismo mundial […] si el proletariado sabe encontrar el medio de salir por el camino revolucionario del presente equilibrio inestable.” Es evidente que Trotsky no puede estar más lejos de esas caricaturas que se hacen del marxismo donde las crisis harían que el capitalismo “se caiga por sí solo”.
Durante el período que toma el libro se dan procesos fundamentales como la revolución alemana del ’23, huelga general en Inglaterra en el ‘26, la revolución China del ’25-’27.
El combate al ultraizquierdismo había posibilitado avanzar en la construcción de un partido fuerte en Alemania, sin embargo, la revolución de 1923 muestra que la dirección del partido alemán se había vuelto incapaz de deshacerse de la rutina y de esta forma la táctica termina desplazando a la estrategia. Trotsky es muy agudo en señalar este problema cuando dice que “La lucha cotidiana por conquistar las masas absorbe toda la atención, crea su propia rutina en la táctica e impide ver los problemas estratégicos que se deducen de las modificaciones de la situación objetiva”. (Stalin, el gran organizador de derrotas)
En Inglaterra, la táctica del Frente Único deja de servir para fortalecer la propia fuerza de los comunistas y conseguir aliados para la vanguardia proletaria para convertirse en su contrario. El Comité angloruso con las direcciones de las trade unions deja de ser una coalición temporal para transformarse en un acuerdo estratégico que lleva a la derrota del movimiento huelguístico más importante de Inglaterra en el siglo XX. Otro tanto sucede en la revolución China con la resolución de la IC que ordenaba al Partido Comunista Chino subordinarse política y organizativamente a Chang Kai Chek, y luego a Wan Tin Wei. Lo cual tuvo como consecuencia catastrófica la masacre de los comunistas chinos a manos del Koumintang.
Trotsky justamente desarrolla críticamente este derrotero donde la táctica termina subordinando a la estrategia, donde los acuerdo circunstanciales como el Comité angloruso son transformados en alianzas estratégicas. Sin embargo, este curso oportunista no le impide a la burocracia de la IC, combinarlo con salidas ultraizquiedistas. Después de haber dejado pasar la situación revolucionario a Alemania sin lucha, se lanza a acciones ultraizaquierdistas como el atentado en la catedral de Sofía en el ’24. Lo mismo en China, luego de que la vanguardia sufriese golpes fundamentales producto de la política de subordinación al Koumintang, y para cubrir las consecuencias de esta política se lanza la insurrección en Cantón que, lanzada a destiempo termina en una nueva derrota.
Un curso típico del centrismo que sostiene una política de derecha que lleva a la derrota y una vez concretada esta y modificada desfavorablemente la relación de fuerzas se lanza a aventuras ultraizquierdistas para cubrir las consecuencias de sus propios actos.
Estos son algunos de los puntos por los cuales todo militante serio debería revalorizar este texto de Trotsky, que luego continuará y desarrollará en sus análisis sobre asenso del fascismo en Alemania, sobre la revolución española, etc.
Estas elaboraciones son de suma importancia ya que muestran claramente al Trotsky estratega que ha sido reducido muchas veces por gran parte de las organizaciones que se reivindican del trotskismo por una especie de escolástica.
Y a su vez, muestran la superficialidad de las reconstrucciones del marxismo del siglo XX como la que expone José Aricó en sus lecciones del curso dictado en México en el ’77, recientemente publicadas bajo el título Nueve lecciones sobre economía y política en el marxismo, donde pareciera que Trotsky muere junto con Lenin y en el ’24 deja de ser parte de la historia del marxismo, lo cual demás está decir no alcanza la más mínima seriedad teórica.
En el seminario haciendo un paralelo con ciertas discusiones de teóricos de la estrategia militar hablabas de teorías “combatocéntricas” ¿Opinás que este concepto puede ser utilizado para la Teoría de la Revolución Permanente? En otras palabras, ¿es “combatocéntrica” la Teoría de la Revolución Permanente?
El término “combatocéntrico” surge en realidad para describir el tipo de pensamiento estratégico que inaugura Karl Clausewitz. Uno de los que lo toma es un intelectual del imperialismo norteamericano especialista en Clausewitz que sostiene que “así como el sistema de Copérnico se describe como heliocéntrico, también debemos pensar el sistema de Clausewitz como combatocéntrico […] si tuviéramos que eliminar la lucha o la violencia del sistema de Clausewitz este se derrumbaría” (A. J. Echevarria II, Clausewitz. Contemporary War)
Tomando esta acepción podríamos decir que la Teoría de la Revolución Permanente en tanto teoría programa ligada a la estrategia en un sentido es combatocéntrica y en otro no.
¿En qué sentido sí? En tanto teoría programa ligada a la estrategia elaborada para la época imperialista. Lo es en el sentido que parte de que las posiciones conquistadas sindicales, parlamentarias, etc., así como los mismos aliados, y el tipo de organizaciones revolucionarias a construir deben ser pensadas en función de su utilidad para el combate. En este sentido la rutina de la táctica no debe hacernos perder de vista este elemento. La burguesía le obliga al proletariado a pensar en un marxismo de este tipo para enfrentar masacres monumentales como las dos guerras mundiales, a contrarrevoluciones fascistas, sufrimientos inauditos productos de crisis como la del ’30 (que en su profundidad es comparada con la crisis actual no solo por nosotros sino por muchos de los analistas burgueses). En el Stalin, el gran organizador de derrotas, por ejemplo, Trotsky desarrolla pormenorizadamente la relación entre una “posición” como la que representa la conquista del poder en un país y la necesidad de ponerla al servicio de la revolución internacional.
Sin embargo, no hay que confundir esto con el combate permanente. Tampoco, desde luego, hay que confundir la Teoría de la Revolución Permanente con que la revolución esté planteada en todo tiempo y lugar o con una especie de voluntarismo.
La época imperialista con su crisis y guerras plantea la actualidad de la revolución proletaria. Dentro de la propia III Internacional hubo sectores ultraizquierdistas que interpretaron la “actualidad” de la revolución proletaria en la nueva época como sinónimo de “inminencia”, como fundamento para la teoría de la “ofensiva revolucionaria” permanente. A una variación más grotesca tuvo que enfrentarse Trotsky con el comienzo del “tercer período” y sancionó como política oficial la orientación ultraizquierdista de “clase contra clase”.
Como señalara Trotsky: “El carácter de la época no consiste en que permite realizar la revolución, es decir, apoderarse del poder a cada momento, sino en sus profundas y bruscas oscilaciones en sus transiciones frecuentes y brutales” (Stalin, el gran organizador de derrotas). Desde ya, estas características, estuvieron mediadas en mayor o menor medida en cada una de las etapas en las que se dividió la época de crisis, guerras y revoluciones, sin embargo, su comprensión nunca dejó de ser fundamental.
Trotsky, en el mismo libro plantea como “Si no se comprende de una manera amplia, generalizada, dialéctica, que la actual es una época de cambios bruscos, no es posible educar verdaderamente a los jóvenes partidos, dirigir juiciosamente desde el punto de vista estratégico la lucha de clases, combinar exactamente sus procedimientos tácticos ni, sobre todo, cambiar de armas brusca, resuelta, audazmente ante cada nueva situación.” ¿En qué sentido no es combatocéntrica la Teoría de la Revolución Permanente? En tanto que es una teoría de la revolución socialista internacional, y como tal incluye el aspecto militar (guerra civil, insurrección, etc.) pero éste constituye solo una parte de un todo donde la primacía es de la política. La Teoría de la Revolución Permanente parte de la lucha de clases a escala nacional, se desarrolla en el terreno internacional y solo culmina con la centralización de las fuerzas productivas a nivel internacional, con la extinción de estado, las clases, la explotación y la opresión. En este sentido, podemos decir parafraseando a Pierre Naville en su prólogo a De la Guerra, que es una teoría de la “política absoluta” en tanto antítesis del concepto de Clausewitz de “guerra absoluta”. Es una teoría que busca el fin de todo aquello que oficia de causa para las guerras.
Para terminar, podrías comentarnos brevemente las conclusiones a las que llegaron en el seminario.
Si, como decía, empezamos con una definición analítica del marxismo, tratamos de llegar al final del seminario a una definición sintética de lo que significa un marxismo con predominancia de la estrategia. Preferimos hacer hincapié en el marxismo como una corriente que sintetiza la experiencia teórico-práctica del proletariado del último siglo y medio. Un marxismo que plantea como medios estratégicos el derrocamiento del Estado burgués y la creación de estados obreros transicionales, es decir dictaduras del proletariado basadas en organismos de tipo soviético hasta lograr la centralización y planificación de las fuerzas productivas a escala mundial como fundamento material para crear una sociedad de productores libres y asociados. Es decir, empezar a concretar el comunismo.
En nuestra definición los medios estratégicos (dictadura del proletariado) y el objetivo o “fin político” (comunismo) que coincide con la extinción del estado, de las clases y de la explotación del hombre por hombre, están indisolublemente ligados.
En el 2010 Paidós justamente publicó en castellano un simposio “Sobre la idea de Comunismo”, organizado por Badiou y Zizek un año antes. Nosotros estamos en las antípodas de lo que sostiene el filósofo francés Alain Baudiou que: “la Idea comunista es la operación imaginaria mediante la cual una subjetivación individual proyecta un fragmento de lo real político en la narración simbólica de una Historia […] Hoy es esencia comprender claramente que ‘comunista’ ya no puede ser el adjetivo que califica una política”.
Cuando señalamos que la Teoría de la Revolución Permanente es una teoría de la “política absoluta”, lo que queremos destacar es la ligazón concreta que hay entre nuestro programa y nuestra estrategia con el “objetivo político” del comunismo. Con esto no pretendemos acercarnos a las visiones idealistas del estilo Tony Negri que postulan el comunismo “aquí y ahora” y que se terminan adaptando a las variantes “progresistas” de la burguesía, sino todo lo contrario.
Nuestra concepción está ligada a los conceptos de táctica y estrategia. Tanto para Trotsky como para Clausewitz, mientras que la táctica es la conducción de los combates aislados, la estrategia es la que liga esos combates al “objetivo político”. Para nosotros el comunismo no representa una Idea con mayúscula, ni una palabra vacía, sino nuestro “objetivo político” más elevado. En tanto tal sostenemos que el marxismo revolucionario no debe perder de vista este objetivo en el fragor de las batallas y conquistas parciales.
Esto no es para nosotros una consideración abstracta sino parte de nuestro balance de la deriva, luego de la segunda guerra mundial, de las corrientes que se reivindicaban trotskistas pero que sin embargo sostuvieron un marco estratégico característico de la etapa según el cual el socialismo se extendía a través de “revoluciones cualquiera” con “direcciones cualquiera”. El gran valor de la teoría de la revolución permanente para nosotros está justamente en este punto: el ser una teoría programa ligada a la estrategia que pone las conquistas parciales, por ejemplo, la toma del poder en un país en función del objetivo de la revolución mundial y del proceso de cambios sociales, políticos, y culturales que luego de la toma del poder se orienten a la extinción misma del estado, las clases, la explotación y la opresión, e incluso del propio marxismo. Como señala Terry Eagleton en la misma compilación: “El socialismo es un proyecto que se deroga a sí mismo. Esta es una de las razones por las cuales ser socialista no tiene nada que ver con ser judío o musulmán. El marxismo mismo pertenece a la época de la prehistoria. En una sociedad comunista, su tarea es desvanecerse lo más pronto la decencia se lo permita.”

martes, 6 de marzo de 2012

Nada que festejar - 8 de Marzo , Día Internacional de la Mujer!

La masacre de Once dejó al descubierto la incapacidad del gobierno para resolver cualquiera de los problemas acuciantes que tenemos las mayorías populares. La bronca que despertó esta tragedia anunciada fue aún mayor cuando, al encontrar a Lucas –la víctima 51 del tren Sarmiento-, la ministra Garré lo culpabilizó por viajar en un lugar que no correspondía. La misma ministra que pocas horas antes, titubeando y nerviosa, había reconocido públicamente que el gobierno “nacional y popular” infiltra las asambleas de trabajadores, espía a los luchadores y a la izquierda. Esa bronca volvió a sentirse cuando Cristina Kirchner habló al país, sobre los grandes logros de su gobierno. ¡Cuánto cinismo! Después de una década de crecimiento económico, el “modelo” kirchnerista es el de la falta de vivienda, el de los negociados entre empresarios ferroviarios y funcionarios, el del trabajo precarizado y el de la represión, persecución y espionaje a luchadoras y luchadores.

EL “MODELO” DEL KIRCHNERISMO ES TAMBIÉN “NUNCA MENOS” DE 300 MUJERES MURIENDO, CADA AÑO, POR LAS CONSECUENCIAS DE LOS ABORTOS CLANDESTINOS

Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, ya murieron casi 3 mil mujeres por causas evitables: ¡60 tragedias como las de Once, por negarse furiosamente a aprobar la legalización del aborto! ¿Y quiénes son las que mueren? Las mujeres que tienen tomar tierras para tener una vivienda, las que viajan hacinadas en los ruinosos trenes del conurbano para ir a estudiar o para llegar a los talleres textiles, a los comercios y a las fábricas donde trabajan en negro, sin derechos, por magros salarios, las hermanas inmigrantes que sólo acceden a los peores trabajos y son discriminadas.
¿Cuántas muertes más hay que esperar para que la Presidenta se digne tomar en cuenta lo que los kirchneristas “progres” denominan “asignaturas pendientes”?
Quienes confían aún en Cristina y quieren que se apruebe la legalización del aborto nos dicen que la decisión no depende del gobierno nacional, que el derecho al aborto será decisión del Congreso. ¡Pero con mayoría automática en ambas cámaras, el oficialismo podría dar impulso a la ley que presentó la Campaña por el Derecho al Aborto! (por tercera vez, ya que el proyecto caducó sin siquiera ser tratado en dos ocasiones).
Si no lo hacen es porque no está en la agenda del oficialismo. El año pasado, cuando se empezó a debatir en la Comisión de Legislación Penal, el kirchnerismo brilló por su ausencia y sus propios diputados tuvieron que admitir que la presidenta había ordenado no dar quórum para este debate. “Es verdad también que este no es un debate que esté en la agenda del Poder Ejecutivo nacional. Tenemos un Poder Ejecutivo fuerte: cuando quiere poner un tema en la agenda envía su propio proyecto, y no es éste el caso.”, dijo en esa ocasión la diputada kirchnerista Diana Conti. Y recientemente, un diputado kirchnerista que apoya la legalización, volvió a reiterarlo: “Ella no va a bloquear el tratamiento explícitamente, pero varias veces se pronunció en contra y eso ya es suficiente para que no salga.”
Seguir diciendo que el derecho al aborto es una de las “asignaturas pendientes” es un eufemismo vergonzante y cínico: este gobierno está en contra de avanzar en un derecho democrático tan elemental como el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y a no morir por las consecuencias de los abortos clandestinos.
Por eso, seguir esperando que el gobierno definitivamente rompa con el clero y permita que avancemos en el derecho al aborto, es irrisorio. Pero tampoco podremos arrancar nuestro derecho al Congreso haciendo lobby con los diputados o con actos y marchas testimoniales. La CTA, los organismos de DDHH, la FUBA y todas las personalidades y organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, feministas y políticas que dicen estar a favor de la legalización del aborto tienen que ponerse a la cabeza, para encarar seriamente la preparación de una manifestación activa y contundente de un gran movimiento nacional de lucha, para que podamos arrancarle al Congreso nuestro derecho.

Sumate a Pan y Rosas!

Nosotras, las que no estamos en su agenda!


Apenas dos semanas después de la masacre de Once, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, un día de lucha que para nosotras empieza con un grito de ¡Justicia! para las 29 mujeres adultas, jóvenes y niñas que murieron en esa tragedia anunciada. Por todas, las 51 víctimas fatales, los 703 heridos y sus familias, exigimos juicio y castigo a todos los responsables operativos y políticos de este asesinato y la formación de una comisión investigadora independiente del Estado, integrada por trabajadores y usuarios, para investigar realmente lo que pasó, porque no confiamos en esta justicia.
Algunas de esas mujeres eran inmigrantes; todas eran madres, hermanas, hijas de familias trabajadoras y pobres del conurbano. Eran empleadas de comercio, enfermeras, trabajadoras domésticas, estudiantes y maestras. Eran mujeres como nosotras, las que trabajamos en las peores condiciones, las que engrosamos las filas de los trabajadores precarizados y con los salarios más bajos o que hacemos malabares para dar de comer a nuestros hijos con subsidios y planes. Las mujeres que murieron trágicamente en la masacre de Once son iguales a millones de mujeres que, antes y después de ese día, deberemos volver a subir a los trenes con ventanas rotas, con puertas que no cierran, con frenos que no funcionan. Volveremos a subir, apretando los dientes y juntando bronca por tener que viajar ahogándonos en el apretujamiento de una multitud de trabajadores que puja por llegar a tiempo, acicateados por la patronal que impuso el disciplinamiento del “premio”, ¡como si el salario fuera un “premio”, benéficamente otorgado por obscenos ricachones!
Millones de mujeres que, en distintos rincones del país, escuchamos con la sangre hirviendo de rabia que la presidenta dice que las maestras trabajan pocas horas y tienen muchas vacaciones. Mujeres que somos maestras o somos las madres de los niños que van a la escuela y sabemos que las maestras no enseñan sólo a leer y a escribir, sino que atienden a los que llegan mal nutridos y con zapatillas rotas, se agotan hasta enfermarse en las aulas y tienen que salir a pelear por un salario que apenas llega a ser el 10% de lo que cobra un diputado.
Jóvenes y adolescentes que lloramos junto a la mamá de Lucas Menghini, pero no sólo por la tristeza de encontrar a su hijo muerto en un vagón del tren de TBA, sino también por el odio que despertaron las palabras de la ministra de Seguridad, responsabilizando por su muerte al propio joven asesinado por la desidia, la corrupción, la falta de inversión y la connivencia entre el gobierno y la empresa ferroviaria. Las mujeres que soportamos los gases y las balas de goma de la represión policial cuando enfrentamos a las empresas extranjeras que vienen a expoliar nuestros recursos y contaminar nuestras aguas y nuestro aire con la megaminería. Las jóvenes que corremos el riesgo de ser secuestradas por las redes de trata, en las que conviven mafiosos proxenetas, policías, políticos y funcionarios. Las que corremos los mayores riesgos para nuestra salud cuando decidimos interrumpir un embarazo y ponemos en juego nuestras vidas en los abortos clandestinos.
El 8 de marzo es nuestro día. No tenemos nada que festejar. El capitalismo, sus gobiernos y este régimen que es democrático sólo para los ricos, nos impiden disfrutar de las bellezas y bondades de la vida. Y tenemos muchos derechos por conquistar con nuestra lucha. Por eso te invitamos a organizarte con nosotras, para exigir juntas nuestro derecho al pan, pero también a las rosas.

Espías y Espíadas



La ministra Garré tuvo que aceptar que las fuerzas represivas del Estado, bajo su mando, realizan espionaje. ¿Quiénes son las personas espiadas? Las 5 mil que vienen siendo perseguidas en el país, que tienen causas penales por haberse manifestado, participar de huelgas y reclamos, como las delegadas y delegados de Kraft-Terrabusi y Pepsico, que enfrentan a estas empresas multinacionales, que denuncian en qué condiciones trabajan, que enfrentan también a la burocracia sindical y que, por todas esas razones, tienen causas penales en la justicia y carpetas con sus nombres, fotos y hasta sus gustos personales, en el archivo de Proyecto X.
La abogada Myriam Bregman, del PTS, denunció en la justicia y públicamente la existencia de estos actos de espionaje de la Gendarmería Nacional. La delegada de la comisión interna de Kraft, Lorena Gentile, o Victoria Moyano, nieta recuperada e integrante del CeProDH, son algunas de las mujeres trabajadoras y luchadoras espiadas por las fuerzas que comanda la ministra “progre”.

¡Basta de espiar y perseguir a las luchadoras y luchadores! ¡Basta de judicializar y criminalizar la protesta social!

domingo, 4 de marzo de 2012

UN NEGOCIO PARA POCOS, UNA NECESIDAD PARA MILES

Por Gachi (Tucumán ) y Daniela ( Jujuy )
(nota publicada en la revista "revolución" nº 1 de la juventud del PTS )


“Los defensores de la propiedad privada sobre la tierra han hecho no pocos esfuerzos por disimular el hecho inicial de la conquista al amparo del ‘derecho natural’. Si la conquista ha creado el derecho natural para una minoría, a la mayoría no le queda más que reunir suficientes fuerzas para tener el derecho natural de reconquistar lo que se le ha quitado”.
Karl Marx





El problema de la vivienda en Argentina se puso de manifiesto con toda su crudeza a partir de la emergencia de los “sin techo” del Indoamericano, Ledesma y Tucumán. Las tomas de tierras pusieron al descubierto que el Modelo del “nunca menos” de CFK, tras 8 años de un importante crecimiento económico, sólo puede ofrecer palos y balazos a todos aquellos que salgan a pelear por algo más que las migajas que este gobierno está dispuesto a dar, aún cuando de lo que se trate sea de algo tan elemental como un techo donde vivir.
El problema de la vivienda bajo el “capitalismo en serio” de los K
Que más de 10 millones de personas en nuestro país carezcan de un techo donde vivir está estrechamente ligado al régimen de propiedad de la tierra. Solamente en Jujuy, 5 grandes terratenientes concentran el 40 % de las tierras mientras que el número de familias que no tienen donde vivir llega a 50 mil.
En Tucumán, 200 tipos concentran el 82%, y son más de 100 mil las familias que no tienen un techo donde vivir.
Las tomas pusieron al descubierto que los planes de vivienda oficiales son totalmente insuficientes. Al tiempo que las inmobiliarias hacen grandes fortunas, la mayoría de los explotados está totalmente por fuera del sueño de la casa propia.
Contra la propiedad privada de los capitalistas
Pero las tomas de tierras no sólo mostraron la cruda realidad del trabajador que deja la vida en el barro de un baldío, porque su miseria y desesperación son el resultado directo del carácter privado, y no social, del espacio que utilizamos para vivir. Las precarias carpas que florecieron en el Indoamericano y en Ledesma cuestionaban esa propiedad privada y el encarnizado ataque de los empresarios, policías y las bandas fascistas son el resultado del profundo odio oligarca que destilan los dueños de la tierra.El gobierno nacional y la justicia jujeña apañan a quienes perpetraron los asesinatos de los “sin techo”.Mientras se procesa a miles de obreros por luchar, todavía no hay en cana ni uno de los civiles armados por la patronal Blaquier que dispararon sobre los ocupantes de Ledesma.Al barrabrava de Huracán que tiraba en Soldati contra los ocupantes del Indoamericano, la justicia, haciendo uso de un cinismo vomitivo, lo sobreseyó por “falta de merito”.Y recientemente el asesinato del joven campesino del MOCASE Cristin Ferreyra, a manos de sicarios de empresarios y terratenientes sojeros volvió a demostrar que con capitalistas no hay nada que conciliar.
Una crisis que no está cerrada.
En Jujuy las ocupaciones cobraron fuerza, extendiéndose a varias ciudades y generando una importante crisis política tras la represión. Por ello el gobierno tuvo que apelar al plan “Un lote para todos”, llegando incluso a “expropiar” algunas hectáreas a los Blaquier. Pero para completar el plan, el gobernador Barrionuevo recurrió a otros medios. Al chantaje, amenazando con dejar afuera del plan a los que no abandonaran las tomas, y a las “exhortaciones” de sus punteros y de Milagro Sala de la Tupac Amaru, quien, actuando a la vez como vocera y brazo ejecutor del gobierno, llamó a levantar los acampes y a los que se resistieron, los levantó por la fuerza.
En Villa 9 de Julio en Tucumán, en menor escala, paso lo mismo. Familias autoconvocadas del barrio se juntaron y decidieron tomar el predio. La respuesta del gobierno de Alperovich fue una brutal represión y luego la promesas, metiéndose a partir de los punteros barriales armando las listas para pedir un lote de tierra y una vivienda.
Desde la Juventud del PTS participamos de esta lucha, enfrentamos a la policía durante la represión y desplegamos una gran campaña con pintadas, miles de afiches y actos denunciando la impunidad del gobierno K y exigiendo cárcel a Blaquier y a los funcionarios de Barrionuevo y viviendas para todos. Enfrentamos la campaña del gobierno y del régimen quienes intentaron demonizar la lucha poniendo un signo igual entre los “sin techo” asesinados y el policía fallecido, discurso reaccionario que hizo suyo también la CCC/PCR.
Apostamos a que el odio que sienten la juventud y los trabajadores contra la policía, los políticos patronales y personajes como Blaquier, se oriente a una salida independiente, ya que esta es la única forma de preparar una verdadera salida a todos los problemas del pueblo trabajador que se agravarán al calor de la crisis capitalista.