martes, 17 de enero de 2012

Nuestra Lucha - suplemento especial SUBTE

Entrevista a Claudio Dellecarbonara, Delegado de la Línea B del Subte y dirigente del PTS en el FIT.



La apertura de molinetes recibió el apoyo de los usuarios…

Definitivamente, esta medida que resolvió el sindicato del Subte ante el anuncio del tarifazo comenzó el viernes 6. Luego de ese primer día de medidas, se convoca en nuestro sindicato una reunión de coordi­nación donde participan la CTA, FOETRA, sectores políticos del kirchnerismo, el PTS, PO, IS y otros. Allí el sindicato llama a apoyar las medidas de los trabajadores: toda la semana de apertura de moline­tes contra el aumento por decreto, también se decide apoyar los am­paros presentados para exigir que se evalúe el aumento del boleto en una Audiencia Pública. La justicia debería expedirse esta semana.
La apertura de molinetes es una medida muy potente porque nos permite comenzar a soldar la unidad entre trabajadores y usuarios. En las cabeceras se siente la simpatía y ya hay 150.000 usuarios que firmaron el petitorio contra el tarifazo. Por eso el diario La Nación nos acusa de “sabotaje” y otras mentiras. Temen que esta unidad se extienda, ya que es una muestra de solidaridad de clase que potencia nuestra lucha. Ellos defienden los intereses de las empresas y sus ganancias. Con esta medida, los trabajadores del sub­te defendemos los intereses de los usuarios, que son mayoritariamente trabajadores y estudiantes.
¿Qué debate hubo en la Multisectorial?
Los kirchneristas y agrupaciones afines planteaban que sólo había que denunciar a Macri. Pero hace tiempo que existe un gran negociado entre el gobierno nacional, Macri y Metrovías (grupo Roggio). Además, el Acta firmada entre el gobierno nacional y el de la Ciudad le per­mite a Macri manejar las tarifas a su antojo. En ella dice: “la Ciudad asume, a partir de la firma del presente el control y fiscalización del contrato de concesión en su totalidad, como así también, el íntegro ejercicio de la po­testad de fijar las tarifas del servicio, incluyendo la facultad de establecer­las por decisión unilateral”. Además, planteé que no se trataba sólo del tarifazo del Subte. En Santa Cruz los trabajadores enfrentaron una ley que aumentaba la edad jubilatoria, cesanteaba empleados públicos y suspendía paritarias. En Río Ne­gro, se aprobó una ley que pasa a disponibilidad a 20.000 estatales, cesantea a 4.500 contratados y per­mite la minería a cielo abierto con cianuro. Cristina también dispuso el quite de plus salariales para 300 mil estatales, que ya empezó a aplicarse en varias reparticiones.
La empresa ha empezado con los aprietes…
El martes 10 llegaron telegramas intentando amedrentar a trabaja­dores y delegados, llamándonos a deponer nuestra actitud. También, personal de seguridad privada, al­gunos sospechados de participar en actividades represivas, estuvieron filmando y hubo algunos incidentes. En la estación Lacroze, el personal jerárquico quiso impedir físicamente la apertura de puertas y molinetes. Es una actitud habitual de Metrovías que mañana usará contra los traba­jadores cuando peleemos por sala­rio o condiciones laborales. Luego inician causas judiciales e intentan que nos procesen. Habrá que ver cómo avanzan, ya que la ley Anti­terrorista promulgada por Cristina y votada por todo el kirchnerismo, es un elemento más para limitar la lucha de los trabajadores. Por eso creemos que hay que iniciar una gran campaña contra la persecución patronal a los delegados del subte que es parte de un ataque gene­ral que incluye el procesamiento a más de 5.000 luchadores obreros y populares.
¿Cómo sigue la pelea?
Nuestra propuesta es continuar con la apertura de molinetes y otras medidas hasta que caiga el tarifazo, y estamos llamando a redoblar la participación de los trabajadores del Subte impulsando la realización de asambleas en todas las líneas. Es fundamental que las organizaciones sindicales que participan en la Mul­tisectorial, como la CTA, realicen acciones concretas en sus lugares de trabajo para frenar el tarifazo en el Subte y las medidas de ajuste contra los estatales.
Hugo Moyano en su discurso de Huracán en diciembre increíble­mente no dijo una palabra sobre los aumentos de tarifas, un ataque al pueblo trabajador. Los compañeros que están en los sindicatos enrolados en la CGT de Moyano deberían exigir que la CGT apoye la lucha de los trabajadores del subte y que tomen medidas en consecuencia. Decimos también que sería muy importante que todas las organiza­ciones que se pronunciaron contra el tarifazo de Macri convoquen a una gran movilización en las calles.
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¿Por qué hay que reestatizar el Subte bajo control de trabajadores y usuarios?
Metrovías utiliza al Subte como un gran negocio y siem­pre tuvo una política de cero inversión. Cuando empezó a rumorearse el traspaso a la Ciudad, esta metodología se profundizó. Se dejaron de ha­cer inversiones elementales de mantenimiento en los trenes e instalaciones. El negocio es así; cuanto más se rompa, más hay que reparar y el dinero viene de los subsidios, antes del Estado nacional y ahora de la Ciudad. Esos subsidios los pagamos los trabajadores y el pueblo a través de los impuestos, o con tarifazos.
En estos días Metrovías hizo el chiste ridículo de decir que tiene “falta de rentabilidad”. Todo el dinero que entra se lo lleva el grupo Roggio y no va para mejorar el servicio. Esto es así desde el ‘94, cuando el me­nemismo le entregó la conce­sión a Roggio, que hoy subsiste gracias a todos los gobiernos posteriores (ver datos al dorso).
Por eso exigimos que se abran los libros de contabili­dad de todo el grupo Roggio para que salgan a la luz todos los negocios y fraudes ocultos detrás de sus empresas vin­culadas. Sostenemos que hay que eliminar los subsidios a Metrovías y terminar con la concesión reestatizando el Sub­te bajo control de trabajadores y usuarios. No es necesaria ninguna empresa para brindar el servicio, somos los trabaja­dores los que cotidianamente hacemos un gran esfuerzo para mover los trenes. Tampoco es solución reestatizarlo y que lo controlen funcionarios, como el caso de Aerolíneas. Se ha demostrado infinidad de veces que éstos no están para defen­der los intereses de los traba­jadores y usuarios. Basta ver el estado actual del transporte público y recordar la tragedia del Sarmiento en Flores. La desidia de las concesionarias y los funcionarios está a la vista de todos. Los trabajadores y usuarios somos los únicos inte­resados en que exista un buen servicio. Los únicos que sabe­mos cómo y dónde invertir, y queremos que se invierta para que el Subte sea un servicio público eficiente y seguro para todos y no un negocio para unos pocos.

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